

Ana Valeria López (Profesión Diseñadora, 25 años)
“Mi vida antes era un desorden, sin pies ni cabeza, quería y tenía ciertos objetivos, pero el miedo y mis sentimientos negativos ganaban. Vivía en un hoyo del cual me sentía incapaz de salir, muchos temores y pensamientos me consumían y no podía estar en paz. Tenía ataque de pánico muy frecuentes y vivía con miedo a no poder controlarlos.
He tenido muchos cambios, sin embargo, uno es que mejoró mi autoestima, la percepción que tenía de mi cambio positivamente. La forma en cómo resolver ciertos problemas que se me presentaban fue otro de las cosas que cambié, mejoré al controlar mis emociones, a no dejar que me dominaran. Pero lo más importante que se me quedo fue a quererme a mí misma y a la fuerza de voluntad.
Hoy me imagino ejerciendo mi profesión como diseñadora en otro país. Siendo independiente y fuerte emocionalmente, sin miedo a lograr lo que me propongo, con estabilidad mental, social y emocional.
Es increíble cómo alguien puede ponerse en tus zapatos y puede escucharte para apoyarte con todas las herramientas que necesitas en ese momento”. Finalmente te diría, no tengas miedo de sanar.

Cris (30 años)
Mi vida antes era, un poco desordenada, tenía claro que mis ideas, mi rutina y mis hábitos tenían que tener un orden pero no sabía cómo lograrlo. Me gustó el hecho de que Gaby es una psicóloga con perspectiva de género y especializada en atención de mujeres.El cambio más poderoso fue en mi trabajo. Gaby, me ayudó a entender que mi trabajo no me define como persona, que los errores que se cometen en una empresa, no necesariamente me representan. Esto me ayudó a poner límites y analizar cada situación laboral de una mejor forma. Otro cambio significativo, fue en la forma de comer, estaba acostumbrada a comer muy rápido, en menos de cinco minutos y hoy como con mucha más calma.En el futuro me veo disfrutando la vida con mi esposo y con mi familia. Me gustaría seguir trabajando en mi desarrollo emocional, para enfrentar de la mejor forma la vida en pareja y la maternidad.Sin duda no te vas a arrepentir de dar este paso. En lo personal, tenía muchos conceptos claros, pero no sabía cómo adaptarlos a mi vida. Gaby te puede guiar en cada una de las cosas que quieres trabajar con herramientas muy simples que no requieren un gran esfuerzo pero sí representan un gran cambio.

Trini (33 años)
Mi vida antes…. Realmente creo que era “llevadera” pero definitivamente no era vida como tal, no sabía disfrutar, darme espacios, tener calma o estarme quieta, había miles de pensamientos y claro no los mejores. Seguir viviendo en automático era más sencillo hasta que esa vida simplemente ya no tiene ni pies ni cabeza , empeora y no ves salida … así llegué con Gaby, no llegó una persona sino un robot que cada día vivía en automático. Desde la primer sesión hice lo que para mí es click, su forma de llevar la platica, el lenguaje, la empatía y el poner en perspectiva mi existencia desde el momento uno me ayudó a tomar la decisión, me sentí realmente cómoda después de mucho tiempo.
Ha sido en verdad de las mejores decisiones y cosas que me han podido suceder, mi vida cambio de manera impresionante, aunque siempre se tiene que seguir trabajando, hay momentos arriba y geniales pero también recaídas (Gaby me lo explicó tanto pues siempre tiendo a olvidarlo).
Los grandes logros para mí es levantarme cada día y empezar, ¿sencillo no? Para mí no era tanto… ahora puedo levantarme y tener lo más parecido a una rutina, frenando todos aquellos pensamientos que realmente me hacían quedarme estática, aprendí a entender que no puedo controlar todo y por lo mismo no debo cargar con cosas que están más allá de mis alcances, aprendí a decir NO y poner límites, darme mi lugar primero porque sin eso no puedes ayudar a alguien más , aprendí a cuidarme y manejar situaciones incómodas sin que estás dejen una huella profunda y desagradable, ahora voy un día a la vez, hay días buenos y malos pero ahora sé ver la diferencia para cambiarlos.
Ir a terapia no es sencillo porque no es enfrentarte con Gaby sino a uno mismo y eso nos da pavor a todos, porque tomar las riendas de nuestra vida depende de nosotros, si estás aquí leyendo esto me alegra porque ya tienes la espinita, en verdad inténtalo pero realmente inténtalo, repito hay días buenos y malos pero siempre con ayuda pueden ser mucho mejores, total siempre puedes estar peor pero también mucho mejor.

Elsa (36 años)
Mi vida antes era con más culpa, menos satisfacción, más inseguridad, menos tolerancia; vivía tomándome las cosas muy a pecho y tratando de cambiar a las personas a mi alrededor, creyendo que solo mi manera de pensar y de ser era la correcta. Me decidí a iniciar el proceso porque no me creía capaz de hacer cambios en mi vida para sentirme mejor, porque me costaba mucho ver la salida a situaciones complicadas y sentía mucha frustración. Seguimos trabajando en ello.
Ahora me percibo como una persona más tranquila, porque puedo entender mejor de dónde vienen mis emociones y considero que cuento con más herramientas para hacer una pausa y re enfocarme, deteniendo el daño emocional que me puedo causar a mi misma y a los demás. Trabajo día a día en ser una persona más amable conmigo y con los demás.
En un futuro no muy lejano, me veo consolidada laboralmente, ya que recientemente he hecho cambios en mi carrera, probablemente siendo madre y sobre todo con mucho más paciencia y tolerancia, necesarias para enfrentar los retos de la vida diaria y esforzándome continuamente y para alcanzar nuevas metas.
Si bien el trabajo terapéutico puede ser duro y quizá doloroso, vale mucho la pena aprender a conocerse mejor, tratar de erradicar los malos hábitos que tenemos y las creencias que nos impiden crecer y vivir mejor, nos ayuda a eliminar enredos y laberintos sin salida que nosotros mismos creamos, que nos permiten vivir más libres.

Andrea (22 años)
Mi vida antes de ir a terapia, era muy monótona emocionalmente, me sentía muy perdida y en el limbo en varios aspectos de mi vida; personalmente, estudiantilmente, familiarmente.
No entendía el porqué de algunas cosas que habían pasado en mi vida, me sentía cansada, triste, no me sentía segura en lo que quería hacer y conmigo misma, no me sentía con el amor propio suficiente, no podía ver claro el potencial que tenía para lograr las cosas que me puedo proponer.
Lo que me hizo decir que si para trabajar con Gaby, fue el nivel de confianza que me brindo cuando platique con ella, el profesionalismo con que toma las cosas y la paz y seguridad que transmitía cuando platicas con ella.
Los cambios más poderosos que he tenido han sido que me siento más tranquila emocionalmente y que ya no siento el peso que sentía antes de platicar todo lo que sentía, que me siento más segura y confiada conmigo misma.
En el futuro me veo terminando mi carrera, siendo independiente, (económicamente, viviendo sola en otro lugar), viajando conociendo muchos lugares, trabajando en una área relacionada a lo que estudie, emprendiendo mi propia marca.
Yo le diría a alguien que quiere trabajar con Gaby, es que se anime totalmente, que es una de las mejores cosas que puedes hacer por ti, que es algo normal que todos necesitamos, que se sienta seguro porque lo van a ayudar, es una persona muy profesional, que te brinda la confianza y seguridad necesaria, que te escucha y que nunca te va a hacer sentir mal.